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| Fuente: The Defy of God - Movie. |
Por Gundhramn Hammer, PhD1 & Sighildis Hammer, PhD2
Resumen.- Los estudios de impacto ambiental
(inglés, EIAs, environmental impact assessments) son una de las
herramientas utilizadas por los políticos y por los poderes oligárquicos para
lograr sus objetivos y agendas personales e incluso secretas. En este artículo,
indicamos que los derrames de petróleo ocurridos alrededor del mundo incluyendo
Europa, claramente demuestran el daño medioambiental causado por los humanos.
Brevemente examinamos a los políticos buenos, los malos y los feos, mencionando
el papel de los expertos dentro del actual sistema económico. También damos una
lista de los peligros que corre una persona por defender a capa y espada a la
Naturaleza. Después señalamos que el proyecto São Luiz do Tapajós en Brasil y la explotación de las arenas
betuminosas de Alberta, en Canadá, son ejemplos de la ineficacia de los EIAs para evitar
daños al medio ambiente ante proyectos de “desarrollo económico”.
Concluimos que los estudios de impacto ambiental (EIAs), salvo algunas excepciones,
son una mera formalidad, un engaño burocrático. Y si los EIAs no están de
acuerdo con la Supercuerda de la Vida, son una puta mierda. Son crímenes contra la Biosfera. Todo hilado y envuelto con un poco de biofilosofía.
Palabras
claves.- Ecología,
estudios de impacto ambiental, leyes medioambientales, supercuerdas, políticos
buenos y malos, política ambiental, defensa de la Naturaleza, peligro por
defender flora y fauna, megaproyectos, represas brasileñas, projecto de São Luiz do Tapajós, arenas bituminosas de Alberta, engaño burocrático, oligarquía global,
oligarcas geoclásticos y biocidas, poder económico, ganado humano, derrames de
petróleo, Europa.
Stringless
man: Daemocratic politicians, oligarchies and environmental impact studies in
disagreement with Life´s Superstring - Crimes against the Biosphere
Abstract.-
The environmental impact assessments (EIAs) are one of the tools used by
politicians and oligarchs to achieve their objectives and personal agendas,
even secret ones. In this article, we point out that the oil spills that have occurred
worldwide, including Europe, clearly show the environmental damage done by
humans. We briefly examine the good, the bad and the ugly politicians, along
with the role played by the experts in today´s economic system. Also, we give a list the dangers a person has
to face when defending Nature at any cost. Next, we indicate that the São Luiz do Tapajós project in Brazil and the exploitation of Alberta´s
tar sands in Canada, are examples of the inefficacy of the EIAs to avoid
damages to the environment done by any “economic development”
projects. We conclude that the EIAs,
apart from the few exceptions, are a mere formality, a bureaucratic trick. And
when in disagreement with Life´s Superstring, they are a fucking shit.
They are crimes against the Biosphere. Everything strung and wrapped up with some biophilosophy.
Keywords.- Ecology, environmental assessment studies, environmental laws,
superstrings, good and bad politicians, environmental politics, defending
Nature, danger for protecting flora and fauna, megaprojects, Brazilian dams, São Luiz do Tapajós project, Alberta´s tar sands, bureaucratic trick, global oligarchy, bioclastic and biocide oligarchs,
economic power, human cattle, oil spills, Europe.
Citation (Only
the bold & brave):
Hammer
Gundhramn & Hammer Sighildis (2017). El hombre sin cuerda: Políticos
daemocráticos, oligarquías y estudios de impacto ambiental en desacuerdo con la
Supercuerda de la Vida - Crímenes contra la Biosfera. Hammer´s Journal of Criminal Studies, 10 de enero de 2017. URL: http://hammersjournalcrimstud.blogspot.com.es/2018/01/el-hombre-sin-cuerda-politicos.html
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Introducción
La ecuación es simple. Es una sencilla cuerda
de supercuerdas para los cuerdos. Ecológicamente cuerdos. Cuerdos y armónicos
en términos biosféricos. Los únicos que surfean majestuosa y exitosamente sobre
las olas creadas por la Supercuerda de la Vida (ver Hashimoto, 2012; Zichichi,
2008; Webb, 2004; Greene et al., 2000). Lo que quiere decir que si no
vive y convive de acuerdo a esta Supercuerda, dependiendo de su plasticidad orgánica para adaptarse al
medio ambiente, en este planeta no hay especie alguna que aguante por largo
período de tiempo (ver Boucot, 1975) sin sufrir las graves consecuencias de su
desacuerdo. De hecho, además de aquellas que fueron eliminadas por eventos
catastróficos terrestres (e.g., abrupto cambio climático global) o
extraterrestres (e.g., caída de un meteorito) (ver Elewa, 2008), el registro
fósil también incluye especies que perecieron tarde o temprano por su
desacuerdo con la Supercuerda de la Vida.
Así, aunque generalmente no aguanta un solo
día de su puta vida sin quejarse de dolor, sin preocuparse por el dinero, sin
sentirse solo o sin deprimirse y a menudo sueña megalomaniáticamente en poder
convertirse algún día en un eterno “cyborg” o una “humachine” en
la postmodernidad (Luke, 1997) o en largarse a otros planetas para joderlos y
cagarlos, hoy aquí en este planeta que le ha dado la vida, siendo un
insignificante bicho prisionero entre la longitud de Planck y el infinito
universo visible en la escalera cósmica (Glashow, 1988), atrapado en un cuerpo
perecedero de carne y hueso, relleno de mierda, el reptil glorificado en forma
de “mono desnudo” (Morris, 1967; Suzuki &
Dressel, 2004), el hombre (Therapsida: Mammalia: Primates: Hominidae: Homo
sapiens), necesita un medio ambiente sano para poder existir. Por lo tanto,
si el humano quiere sobrevivir a la larga, cuidar la Naturaleza equivale
a cuidarse a sí mismo y a las futuras generaciones.
No obstante, en la actualidad el hombre no
está cuerdo ecológicamente ni tampoco se acuerda de que si no funciona
biosféricamente de acuerdo con las reglas ecológicas de la Supercuerda de la
Vida, pronto le llegará el fin a su cuerda.
Deseos, ilusiones, preocupaciones, planes,
hipótesis, adicciones, lucubraciones, adiciones, conjugaciones, elecciones, repeticiones,
palpitaciones, dilataciones, contracciones, conjuraciones, conspiraciones,
lubricaciones, inflaciones, inversiones, licitaciones, reversiones, libaciones,
ambiciones, sufragaciones, cagazones, maldiciones, entre otras permutaciones,
tiene hasta el cogote, pero nadie sabe cuánta cuerda le queda en su cuerda.
No cuerdo ni en acuerdo con la Supercuerda de
la Vida, es decir comportándose como un mico ecológicamente imbécil, el punto
del hombre sin cuerda, no está muy lejos.
Por el momento, aunque hable mucho de su
querido invento politiquero convenientemente llamado “sostenibilidad”,
no se pone de acuerdo. Continúa devorando a grandes pasos su cuerda.
En este contexto, los estudios de impacto ambiental (denominados en inglés EIAs, environmental impact assessments o
EIS, environmental impact studies, EISs) supuestamente elaborados bajo la
idea de velar por el medio ambiente cobran vida y tienen sentido.
Pero bajo el son de prevalentes intereses
económicos en manos de poderes oligárquicos biosféricamente idiotas, los
estudios de impacto ambiental han cobrado vida sumergida y tomado otro sentido.
Han sido pervertidos.
Los EIAs se han convertido en un mero
símbolo, una herramienta, una excusa, un engaño burocrático, un puente de los
poderes hegemónicos para poder llevar a cabo su agenda económica chupóptera,
esa que siempre acaba jodiendo al medio ambiente, al son de la canción del “desarrollo económico” y bajo el lema de “para el bien de todos”. Un proceso de
desguace de la Naturaleza que en la actualidad
pícaramente es denominado “desarrollo sostenible”, aunque sigue siendo absolutamente
insostenible.
A decir verdad, esta cosa de “desarrollo sostenible” es un término inventado por los Illuminati y su pandilla
de satánicos para engañar a los tontos, para apaciguar a las masas de humanos,
diciéndoles de que todo va bien, de que no pasa nada, de que sigan consumiendo
su cuerda.
No debemos olvidar que sea como sea, con la
excepción de los adelantos científicos que hacen que el infierno de los humanos
sea más llevadero, como por ejemplo la anestesia, utilizada cuando los
cirujanos tienen que arrancar el colon podrido de cáncer a alguien por haber
comido alimentos repletos de aditivos y residuos de pesticidas, tal como se ha
montado este famoso “desarrollo económico sostenible” no es otra
cosa que llenar de más mierda el medio ambiente, comer más mierda, respirar más mierda, beber más mierda y cagar más mierda. Mucha mierda. Sosteniblemente, por supuesto. Así de simple.
A este ritmo, enroscados en sus cuentas
económicas y machacando la Supercuerda de la Naturaleza que les sujeta, hoy a
sabiendas de lo que dicen que saben de lo que deberían saber para no hacer lo
que hacen cuando hacen lo que hacen, los humanos ya no deberían hacer lo que
dicen que saben que no deberían hacer pero sin embargo lo hacen: joder sus
propias cuerdas ecológicas y las de otras especies. Prácticamente todo el mundo sabe perfectamente que la fórmula
bestial antibiosférica del “desarrollo económico” actual está basada en
el consumo exagerado de los hatos de ganado humano alrededor del mundo. Entre
más chupópteros seamos, entre más nos comamos nuestras cuerdas, entre más nos
comamos las cuerdas de las demás especies, mejor será para este sistema
económico, y peor para el medio ambiente y mejor para que lleguemos al fin de
nuestras cuerdas.
Por lo tanto, saber para cambiar lo que
debemos cambiar es lo que todos deberíamos saber y ya sabiéndolo, debemos hacer
para cambiar lo que debemos cambiar.
Sin embargo, estando dormidos sin deseos de
despertar, se nos escapa la gran oportunidad de poder cambiar lo que debemos
cambiar. La cuerda se nos acaba.
Y lo sabemos.
Por este motivo, mucha gente habla del cambio
pero poca gente cambia el ritmo del consumo de su cuerda.
Es por eso que, sabiendo lo que ya deberían
saber, los oligarcas globales que controlan este sistema ponerológico actual,
enemigos de los cambios que cambiarían y joderían su poder y maniáticamente
llenos de ansias de acumular más riquezas y afianzar aún más su poder y
echándose a su bolsillo a todos aquellos ambiciosos que buscan tener su poder,
pajean la mente de la gente con ideas sosteniblemente insostenibles. Es decir,
los que mandan le dan cuerda a la gente para que se coma su cuerda. El
consumismo en todas sus variantes es la base de su poder.
Al final, la suma de los amos, los gobernantes
y los gobernados resta biosféricamente. Unos joden y otros se dejan joder. Se
joden a sí mismos. Y todos juntos joden lo que no deberían joder: la Biosfera.
Jodiendo y jodiéndose, en estos juegos de
poderes, hay engaño, engañadores y engañados. Para engañar, cuando se trata de
joder al medio ambiente, los poderes hegemónicos se visten de ovejas. Utilizan
el disfraz del “beneficio público”, por ejemplo, donde casi siempre
salen económicamente más beneficiados los oligarcas y sus allegados lameculos.
Los poderosos chupagente saben cómo convencer a sus víctimas (el ganado humano,
los esclavos). Lo hacen a base de mucha paja.
Y como dicen que las apariencias engañan, su
paja parece brillante e es ingeniosamente empaquetada. Si se refiere a la
explotación de los recursos naturales, su paja puede ser una excusa que
aparentemente tenga mucho sentido económico para aquellos que tienen poco
sentido común ecológico. Por esta puerta trasera entran los EIAs.
Metafóricamente, cocinados para halagar el
paladar del público, los EIAs suelen entrar científicamente endulzados. Los
meten suavemente, pues por la experiencia acumulada a través de los siglos en
cuestiones de gestión de ganado humano, los oligarcas ya saben que hay que
andar con mucho cuidado con sus esclavos, no vaya ser que se revelen y se
encabriten. Saben que a pesar de que los humanos pueden aparentar lo contrario,
generalmente son emocionalmente inmaduros, delicados y violentos. Y aunque
consideren que los esclavos son desechables, son extremadamente necesarios para
los chupópteros oligarcas. Sin esclavos no hay sistema chupacábrico
oligárquico.
Un sistema podrido donde amos y esclavos
están dormidos. Descontando alguna excepción aquí y allá, ambos se comportan
como unos micos medioambientalmente descerebrados. Cagan lo que no deberían
cagar. Chupan la vida que les rodea y expulsan millones de toneladas de mierda
tóxica que luego se tragan. Se olvidan que, jodiéndose no sólo a sí mismos,
sino también a los demás seres con los cuales los sinvergüenzas Homo sapiens
comparten este bendito planeta, todos estamos zampados en la misma nave.
Su cosa, tal como la ha montado el hombre, es
una danza peligrosa. Se olvida de que el que danza en la cuerda y lo hace en desacuerdo
biosférico y no toma y corrige tal desacuerdo en serio, pronto acaba en el
cementerio.
En desacuerdo
biosférico, el hombre danza y desenfrenadamente consume y derrocha su cuerda y
no se lo toma en serio. Pero debería. Es un asunto extremadamente serio.
Absolutamente überserio (alemán über, super).
Pero a decir verdad, casi nadie se lo toma en
serio. Ni mucho menos los políticos que gobiernan, esos reptilianos lameculos
que danzan al son de lo que les digan sus amos, los poderosos oligarcas detrás
de la cortina. Utilizan la mentira y la ingeniería social para guiar mal a sus
respectivos hatos de ganado humano, manteniéndolos ocupados con bagatelas
impregnadas de olor a sexo y dinero, idiotizados a base de ciencia y tecnología
al servicio de los poderes ponerológicos. Y mientras tanto, chupando la energía
vital del pueblo, hacen su agosto.
Entonces no es nada extraño que los que
quieren, sueñan, anhelan y buscan más poder, han convertido a los EIAs en un
auténtico relajo.
Los EIAs se prestan para ser convertidos en
artificios engañosos. En forma de bultosos escritos supuestamente científicos,
pueden servir de pícaras excusas para romper y joder la armonía de la Gran
Sinfonía Biosférica.
Así, hemos llegado al propósito
del presente artículo: Primero vamos a echarle un vistazo a los políticos.
Siguiendo la misma cuerda, luego examinaremos a vista de pájaro los estudios de
impacto ambiental (EIAs). A continuación, en el caso de que una persona sea considerada como una amenaza para el status
quo por parte de los poderes hegemónicos, indicaremos los riesgos que él o
ella corre por cuidar a capa y espada a la Naturaleza o por pelear por una
causa justa. Y por último, sobre la misma cuerda, habiendo hablado del medio
ambiente y de los expertos, daremos una conclusión acerca de los EIAs. Todo
hilado y envuelto con un poco de biofilosofía.
Los políticos: Un reflejo de lo
malo, lo feo o lo bueno de los humanos
En el laberinto humano, los políticos son en
realidad el reflejo de lo malo, lo feo o (poco) bueno de cualquier sociedad
humana que ha sido ingeniosamente daemocratizada (i.e., endemoniada, del
griego daemon, genio, espíritu maligno, diablo, demonio).
Si excepcionalmente reflejan lo bueno, suelen
ser individuos con buenas intenciones que están metidos en la política por
hacer algo positivo por el pueblo. Pero los perversos humanos politiqueros en
su entorno no les dejan. Tarde o temprano son el objetivo de tramas en su
contra. Por ejemplo, los malos políticos ejercen presión directa o indirectamente
para que el bueno también muerda el fruto del mal o para que se vaya
voluntariamente del empleo. También, puede ser “jubilado” (i.e.,
envenenado o medicamentado para que sufra un repentino “infarto cardíaco” o
muera de cáncer inducido) o simplemente lo hacen desaparecer. Si no se rinde, puede ser utilizado para lavar la imagen de la empresa
o institución para la que trabaja y tiene que aguantar mucha mecha. Entonces su
trabajo se vuelve un auténtico Calvario. O simplemente, si puede, cambia de
empleo para evitar mayores problemas.
Generalmente
estos políticos bien intencionados suelen quedar arrinconados, mal pagados,
amenazados, apabullados, “ahuevados”. Y para colmo de males nadie les suele
escuchar, ya que a poca gente le gusta oír verdades. Por tanto, son golondrinas
que no hacen verano.
Si reflejan lo malo y lo feo, considerando
que lo malo es lo que más abunda entre los humanos, al menos es lo que más
salta a la vista, entre los malos políticos hay un amplio espectro de espectros, desde soberbios, pedantes, prepotentes,
pícaros, zánganos, taimados, tramadores, chupópteros, ladrones, egoístas,
oportunistas y sinvergüenzas, hasta narcos, violadores, pedófilos, caníbales, satánicos
y asesinos, pretendiendo ser santos para engañar a los tontos (ver Hallett,
2009). También pueden ser bipolares. Suelen ser "suaves" y aparentemente tranquilos y diplomáticos hasta que alguien les aprieta el botón rojo. Generalmente son labiosos. En su vida privada, como los de su especie, son capaces de "amar" a sus familias, mascotas, colegas y vecinos por la mañana y por la tarde, odiarles a muerte. Seleccionados de entre la chusma o de las capas chupópteras más
favorecidas, son mimados y subterfugiamente teleguiados por poderes oscuros
hegemónicos hacia la silla de mando. Metafóricamente, dotados de buen olfato,
vuelan cerca o lejos buscando carroña. Así, donde hay carroña económica, allí están
estos buitres políticos.
Y por supuesto, también son mentirosos.
Con tal de “comer frito” y vivir la
gran vida a base de chupar la energía vital del pueblo, los malos políticos mienten por la mañana, mienten al medio día y mienten por la tarde e incluso al
irse a cama por la noche, ya sea a descansar y dormir o a “pisar” o para
que los “pisen” (pisar, copular sexualmente).
Estos políticos daemocráticos (i.e., endemoniados) cagan mentiras todo el día.
La mentira es su poder y les mantiene en su poder. Los políticos y la mentira
comparten la misma cama (ver Estrada Saavedra, 2004).
Así, siendo el nicho humano un mundo donde
impera el mal, a tal grado que parece que el planeta es una auténtica fábrica
de diablos, diablos humanos por supuesto, si ponemos
atención a lo que nos rodea, pronto nos daremos cuenta que “cada pueblo tiene el
gobierno que se merece”. Cada pueblo tiene su propio extracto en su gobierno, ya
sea de lo bueno, de lo malo o de lo feo, o una combinación de estos tres,
predominando lo malo y lo feo por lo que suele resultar una maldición en lugar
de una bendición.
Y benditos o malditos, en este manicomio
humano global, donde abundan los gobiernos chusmeros, corruptos, mafiosos e
incluso unos cuantos narco-gobiernos, los políticos mienten. Mienten
exageradamente.
Dependiendo de la marea política, de sus
intereses y agendas personales y de las órdenes que reciban de los oligarcas,
los políticos mienten (ver Mearsheimer, 2012). Mienten a quien sea, donde y
cuando sea necesario, según convenga.
Las mentiras incluso impregnan las casas
presidenciales (ver Pfiffner, 1999). Por ejemplo, ya se sabe que el presidente
George W. Bush mintió cuando dijo que Iraq poseía armas de destrucción masiva
(ver Corn, 2004). En base a una mentira, tomada como una excusa para apoderarse
de valiosos recursos estratégicos (e.g., petróleo), el poderoso ejército del “Coloso del
Norte” fue enviado a machacar sin misericordia a ese pueblo en
Oriente Medio. El resto es historia.
Y la gente dormida, el público (el ganado
humano) que legitimiza con su voto a estos putos reptilianos, consciente o no
sobre lo que estos mal nacidos mienten cuando mienten para poder joder a quien
quieren joder con su poder, obedece.
Por lo tanto, si quieres que las cosas
cambien, además de hacer todo lo posible por enderezar hacia el lado positivo
tu propia balanza personal, tu propia cuerda, ya sea ética, psicológica,
económica y/o ecológicamente: ¡Ojo! ¡Alerta! ¡No te duermas! Pon atención a lo
que dicen los políticos perversos y su pandilla de lameculos porque
generalmente lo que han dicho no es lo que deberían haber dicho.
Siempre analiza lo que los políticos han
dicho porque lo dicho no es lo que dicen que han dicho.
Y cuando los políticos dicen que han dicho
algo, siempre hay algo que no han dicho.
Observa y analiza cuidadosamente su puto
nicho. Y nunca te fíes de estos zánganos bichos.
Despierta. Averigua qué y quiénes están
detrás de lo que no habían dicho estos bichos. Hazte al menos las siguientes
preguntas:
· ¿Quién les ha dicho
lo que dicen que pueden hacer cuando hacen lo que no habían dicho?
· ¿Te has dado cuenta
de lo que han hecho pero no habían dicho cuando deberían haberlo dicho para no
hacer lo que no habían dicho?
Si no te has dado cuenta de lo que dicen los
políticos cuando dicen lo que no dicen pero hacen lo que no dicen, aunque saben
decir lo que te gusta oir cuando dicen lo que dicen sin decir lo que quieren
hacer con lo que no dicen, entonces estás dormido.
Así juegan contigo. Lo mismo hacen cuando se
trata del medio ambiente. Y para hacer lo que hacen, estando al servicio de los
poderes oligárquicos, los políticos necesitan herramientas. Una de ellas es la
ciencia.
En lo referente al medio ambiente, los
políticos saben cómo utilizar lo que parece bueno pero a la larga no tiene nada
que ver con lo bueno, excepto su bueno (i.e., su bolsillo) que suele estar
conectado y empapelado en Panamá.
Volvamos al principio. Examinemos un ejemplo
de sus herramientas: los denominados estudios de impacto ambiental. Iremos al grano, sin tapujos. Sin rodeos ni jaripeos
políticamente correctos.
Los estudios de impacto ambiental: si no
están de acuerdo con la Supercuerda de la Vida son una puta mierda
Los estudios de
impacto ambiental (EIAs) son un reflejo de las ambiciones económicas del
hombre. En términos generales económicos al son de su cuenta chupóptera, si
algo cuesta mucho, no da mucho. Para que algo produzca mucho, hay que joder
mucho.
Y el hombre
cuenta con muchas herramientas para joder mucho.
Políticamente
dentro de este paquete maquiavélico, un EIA es visto generalmente como una
técnica, una “herramienta de planificación” para medir, predecir y
reportar sobre los impactos ambientales de propuestas. Predomina un fuerte
énfasis en examinar los impactos de propuestas en el medio ambiente,
mancuernado con un descuido de los impactos sociales. Un EIA es una herramienta
tecnocrática (Formby, 1990), dentro de un mundo tecnocrático.
Por lo tanto, siendo una herramienta
tecnocrática, las presiones políticas se entrometen en cada etapa del proceso
del EIA (Formby, 1990).
Quien mueve más dinero, inclina más la
balanza hacia sus intereses económicos. Aquel que puede más y quiere más, con
tal de lograr más al son de sus estrategias económicas, la Naturaleza es lo de
menos.
Persiguiendo más poder un poderoso
chupóptero, siempre toca lo que no debería tocar porque si no lo toca, no puede
poseer todo lo que quiere tener a base de su poder. No le importa joder a todo
aquello o aquel que se interponga a su poder. Su poder hace que su joder se
convierta en más poder.
Entonces, cualquier herramienta es válida
para lograr tener más poder. Puede convertir un EIA en una herramienta
conveniente en sus planes para joder.
Así, usando un poco de imaginación, si
colocásemos de extremo a extremo cada una de las hojas de todos los estudios
de impacto ambiental (los EIAs, environmental impact assessments)
escritos por el hombre (Therapsida: Mammalia: Primates: Hominidae: Homo
sapiens) en todo el mundo en los últimos 40 años, podríamos construir una
línea de papel que posiblemente daría una vuelta al Sistema Solar y aún
sobraría para ir de la Tierra a la Luna, ida y vuelta.
Sin embargo, a pesar de tantos EIAs, el
resultado está a la vista más claro que el día: tenemos al medio ambiente
jodido, negativamente impactado, contaminado y hasta las agallas lleno de
mierda. Completamente cagado (ver Hammer et al., 2017). Übercagado
(Figs. 1-2; Video 1).
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| Figura 1. Derrames de petróleo de tanqueros grandes (> 7 toneladas) en aguas europeas 1990-2005. Fuente: European Environmental Agency (2008). |
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Figure 2. Derrames de petróleo detectados por
via satélite en el Mar Mediterráneo – Año 2001. Fuente: Topouzelis et al.,
(2008).
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Video 1.
El
impacto de los humanos (Therapsida: Primates: Mammalia: Hominidae: Homo sapiens) en el planeta. Uploaded by
Reporte Marciano.
Mientras tanto, las autoridades que deberían
cuidar y velar por el medio ambiente, los políticos depredadores y chupópteros
que supuestamente “elegimos”, ¿qué hacen?
Además de pasar decretos sobre decretos
montados sobre otros decretos que luego dejan de ser decretos porque son
anulados por otros decretos con el propósito de proteger sus secretos,
se la pasan durmiendo, paseando, trapicheando, “moliendo café” (i.e.,
dando o recibiendo sexo), discutiendo asuntos irrelevantes que no suman a nada
pero que parece que nadan, buscando la manera cómo sacar fondos públicos con
proyectos aparentemente “sostenibles” pero de fondo totalmente
insostenibles (una mierda), rascándose los “cojones” (testículos) o la “visagra”
(vulva), o lamiendo (declaradamente o a escondidas) ad infinitum el
culo de sus amos, los oligarcas satánicos medioambientalmente sin sesos.
Y el público consumidor, ¿qué hace?
Metafóricamente, estando todos zampados en
una piscina llena de mierda, con el agua hasta el borde del labio inferior, por
tanto nadie quiere que alguien se lance al agua, pues causaría olas y la mierda
se les metería en la boca y tragarían agua con mierda, entonces, generalmente
la mayoría de gente calla. La gente tiene miedo.
En su cuerda, los humanos generalmente callan
y obedecen a quien tiene más poder. Sufren del Efecto Lobo, i.e., su
cerebro está evolutivamente cableado para seguir al líder, bueno o malo. Y sus
líderes, impuestos o pícaros puestos según supuestos diseños electivos
superpuestos por quienes controlan los recursos y el poder, saben cómo pescar a
los tontos con muchas triquiñuelas culturales. Entre otras cosas, utilizan símbolos
para joder y mantenerse en el poder.
En un mundo donde hay quien manda y quien
obedece, los “grupos hegemónicos requieren símbolos de raiganbre popular”
(Jáuregui, 2012: 225) para la gestión o manejo de los hatos de ganado humano.
El cine, el teatro, la TV, la música, las noticias salsosas o sanguinarias
llenos símbolos, en conjunción con la comida chatarra o los alimentos
industriales que contienen químicos disruptores de hormonas, más la moda y los
sustos “terroristas” insertados aquí y allá, son algunas de las
herramientas de ingeniería social utilizadas por los poderes oligárquicos para
mantener a los ciudadanos programados, robotizados, culebronizados, zombizados,
mierdeados, dormidos, atontados, aborregados, carbónicamente vegetalizados, chuleteados,
salchicheados, longanizados, jamonizados, carnegallinizados, faqueados
(jodidos; inglés, to fuck up, joder), alborotados, ajolotados,
guarapeados, alcahueteados, ensimismados, caramelizados, hamburgueseados,
ifonizados, hipersexualizados, endrogados, encolerizados, emocionalmente
desequilibrados, cagados de miedo o soñando despiertos, persiguiendo sueños
ridículos de grandeza, lujo y poder, un mundo donde abunda el juego de
¡Mírame!!
Además, la gran mayoría de gente está atada a
bagatelas o überjodida, sufriendo preocupaciones debido a los exorbitantes
préstamos de los banqueros y financieros, esos pillos legalizados que no
necesitan una pistola para robar.
Por si acaso hay protestas, si no está
comprado y pagado a escondidas por la mafia oligárquica para que haga bulla
bien planificada para movilizar aborregadamente al público con el propósito de
sacar un poco el vapor del caldero de la gente dormida que no sabe distinguir
su culo de un agujero en el suelo o para movilizar a la gente con el aparente
objetivo del bienestar público pero que al final de cuentas sólo resultará en
el beneficio de los oligarcas, o si no pertenece a asociaciones u ONGs que son
brazos subterráneos del mismo pulpo hegemónico, cualquier individuo legal y
justiciero que ciertamente proteste contra las injusticias y abusos de la mafia
política en el poder, que delate la corrupción de los políticos mafiosos de
turno, que se oponga contra proyectos que causarán daños medioambientales y
sociales, como por ejemplo la construcción de una megarepresa (ver Tortajada et
al., 2012), o simplemente por defender la flora y fauna o al medio ambiente
a capa y espada, entonces si no es ignorado, ridiculizado, triturado, machacado
y tildado de loco en la prensa o en cualquier medio de comunicación que son
tentáculos del mismo poder, se arriesga a:
· que intenten
sobornarlo o comprarlo;
· que lo echen del
trabajo;
· que lo envenenen
silenciosamente;
· morir de cáncer
inducido artificialmente;
· que le den “medicina”
para que caiga muerto en la calle, víctima de un “infarto cardíaco”;
· que, si acaso está
bajo medicamente o fármaco recetado por algún médico mafioso que es un
tentáculo más de la mafia política, lo neutralicen y lo conviertan en un
vegetal para que ya no proteste nunca más;
· que lo manden a asesinar
por medio de un sicario, cerca de casa o lejos en el extranjero donde la vida
de un humano es barata (hay mafiosos y mareros que matan por unos US100);
· que lo hagan pedazos
con un petardo disparado desde un drone intencional o “accidentalmente”;
· que lo secuestren y
le torturen y amanezca muerto con los sesos hechos añicos y zampado en el baúl
de un coche abandonado en algún callejón oscuro de la ciudad o en una zanja a
orillas de una carretera o en algún lugar solitario en el monte;
· que secuestren a sus
hijos o esposa, con la intención de pedir rescate o para asesinarlos;
· que presionen a sus
hijos para que consuman y vendan drogas en la escuela o en la calle;
· que jodan los frenos
de su coche a escondidas para que sufra un accidente y muera hecho torta. Y si
no muere en el accidente, lo matan a la chita callando en el hospital, pues hay
médicos mafiosos, subterráneamente cajuteados (inglés: cahoots, en
conspiración secreta) con las mafias médica y farmacéutica y las compañías de
seguros. Y por supuesto, cableado con el establishment (sistema);
· que le metan
clandestinamente un guijarro al escape de su vehículo para que el motor pierda
fuerza, se averíe o explote;
· que coloquen
artilugios electrónicos de rastreo a escondidas e ilegalmente a su vehículo para
vigilar sus movimientos y así poder descubrir puntos flacos;
· que lo incordien con
multas de tráfico, si conduce vehículo;
· que le quiten el
carnet de conducir, bajo oscuras excusas;
· que lo zampen en la
cárcel a base de delitos inventados y luego lo “suiciden” en la prisión;
· que le coloquen
clandestinamente un explosivo plástico en el agujero de las bujías de su coche
para que el motor explote en la autopista y acabe chamuscado en un infierno
mafiosogénico;
· que le corten “misteriosamente”
la electricidad o servicio de agua potable de su vivienda, sin ninguna
justificación;
· que le suban
exorbitante y fraudulentamente su factura mensual de consumo de electricidad
con el fin de presionarlo y echarlo del vecindario. ¿Cómo lo hacen? Dado que en
cualquier país del mundo siempre hay una mafia [legal (gobierno)+ilegal (crimen
organizado)] cuyos tentáculos abarcan pueblos pequeños donde prácticamente
todos se conocen unos con otros, entonces mafiosos amigos del encargado de
revisar el contador eléctrico de cada hogar mensualmente, en conspiración y
pagado por políticos y empresarios mafiosos, lee mal o no lee sino que se
inventa la lectura del contador para que la compañía dueña del tinglado y
distribución eléctrico haga un “estimado” (=robo) en la factura, añadiendo
un sin fin de cobros inflados (e.g., IVA exagerado e inventado);
· que si alquila,
aunque sea un buen inquilino (paga a tiempo sus deudas de alquiler), sufra
presión o amenazas de parte del propietario, quien está siendo manipulado y
presionado por algún amiguete títere de la larga cadena de lacayos al servicio
de la mafia política y oligárquica;
· que vecinos vestidos
de ovejas, esos que parecen buenos vecinos pero que en realidad son narcos,
parte de la pandilla de políticos mafiosos de turno, le hagan la vida
imposible, por medio de métodos clandestinos y rastreros, e.g., rumores falsos,
injuria, terrorismo, brujería, matar mascotas, etc.;
· recibir amenazas
anónimas;
· que empleados
mafiosos en correos le roben su correspondencia o se la desvíen a propósito hacia
sus narcoamiguetes en el vecindario con el objetivo de averiguar su nombre para
vigilarlo mejor y joderlo;
· que mafiosos pagados
lleguen a su casa cuando está ausente, lejos de su hogar, por ejemplo en el
trabajo, y le ahorquen a su perro de la rama de un árbol en el jardín;
· que ladrones pagados saqueen
y hagan añicos su casa o se la incendien;
· que pillos
contratados roben su negocio, especialmente si no debe nada a los bancos, en
altas horas de la noche cuando el establecimiento está cerrado, estando las
autoridades corruptas avisadas para que se queden quietas en el momento del
robo y después, cuando se enteran del acto criminal, se hacen presentes en el
lugar de los hechos, dando la apariencia de que investigan pero no investigan
nada al final de cuentas;
· que su negocio sea
objetivo de falsas audiciones de impuestos o que el sistema lo acuse de fraude
para que cierre su negocio;
· que bancos mafiosos
le envíen cartas insistiendo que pague deudas inexistentes o que ya no debe
porque ya están pagadas o insinuando falsamente averiguaciones contra lavado de
dinero para asustarlo;
· que ayuntamientos
mafiosos lo acosen con falsos pagos de impuestos y cargos inventados;
· le intenten incendiar
su casa bajo la excusa o tapadera de “quemar rastrojos o arbustos para
limpiar” obras públicas cerca de su residencia en días de fuertes vientos
para que las llamas salten “accidentalmente” a su jardín en época seca;
· verse envuelto en una
serie de multas “raras” salidas de la nada;
· que le jaqueen o
pirateen su PC las 24 horas del día;
· que le vigilen
ilegalmente en tiempo real por medios electrónicos o por alguien (e.g., un
agente de “seguridad”) pagado para averiguar sus hábitos y encontrar su
tendón de Aquiles y así saber cómo eliminarlo o implicarlo en delitos falsos;
· que sus e-mails sean
clonados y manchados con falsa información para acusarlo de falsos delitos;
· que le envíen gente
desconocida aparentando amistad para así averiguar su punto flaco para poder
joderlo de alguna manera;
· que los que controlan
la ley que aparentan seguir la ley pero es sólo para salirse con su ley, le
acosen día y noche con asuntos ficticios;
· que le acusen
falsamente de un crimen (e.g., terrorismo, narcotráfico, prostitución, etc.)
que no ha cometido, para así poder joderlo legalmente;
· que un policía
mafioso pagado le ponga a escondidas un paquetito de droga (e.g., cocaína) en
el baúl de su vehículo durante una revisión en un puesto de control o retén en
alguna parte de la carretera y luego lo acusen falsamente de tráfico de
narcóticos;
· que le inyecten e
infesten clandestina e ilegalmente vía internet su PC con información
comprometedora para luego poder intervenir su hogar y acusarlo de algún delito
que nunca jamás ha cometido para así poder joderlo;
· que tenga un “accidente”
fatal en su trabajo;
· que le den “accidentalmente”
un tiro en la frente cuando va de cacería, si es cazador;
· etc., etc., etc.
En fin, estos poderosos del enjambre de
sinvergüenzas que se han hecho con el poder cuentan con todos los recursos
necesarios, ya sean económicos, políticos, abogadiles, logísticos o la gente
mafiosa, en su dominio para poder joder injustamente a cualquiera que ellos o
ellas consideren o vean como una amenaza contra su podrido status quo.
Con respecto a lo anterior, por ejemplo,
tenemos el reciente caso de un empleado que fue envenenado por delatar la
corrupción en la construcción del aeropuerto de Berlin Brandenburg, en Alemania
(BBC News, 2016).
Por otro lado, en cuanto a los expertos, los
profesionales salidos de las modernas fábricas denominadas “universidades”,
instituciones lavasesos (ver Shapiro 2004) que en la actualidad básicamente
funcionan como empresas, conectadas con el mundo empresarial, militar y
político, si no son empleados lameculos en alguna compañía que es otro
tentáculo más del satánico pulpo oligárquico global, suelen ser apoderados,
administradores únicos o propietarios de bienes raíces o de una maraña de
empresas, algunas supuestamente “verdes” pero de verdes no tienen
nada (e.g., negocios de cultivos hidropónicos en invernaderos), y que
subterráneamente están conectadas con otra maraña de empresas fantasma en un
paraíso fiscal para blanquear dinero, generalmente también callan.
Salvo las excepciones, en el mundo académico
hay harto número de gente “preparada” (licenciada, masterizada o
doctorizada) para chupopterizar el planeta, que más bien actúan como títeres
lameculos y servidores de la superclase oligárquica. Salvo las excepciones de
individuos que están expuestos a tormentas por estar fuera del paraguas
político, los que están atrapados dentro del sistema casi siempre andan por
allí preocupados por aumentar su curriculum con más publicaciones, ansiosos por
conseguir más fondos para sus investigaciones, temblorosos por las guerras
internecinas académicas, miedosos de perder el empleo (y por ende su coche, su
casa y su mujer o marido e hijos, en fin que reviente su burbuja económica),
siempre dispuestos a sobar leva y además, son individuos que usualmente sólo
les interesa ganar mucha plata o conservar su puto empleo. Después de todo para
eso fueron a tales fábricas, pues generalmente si no pertenecen a linajes
ampliamente illumineteados, sionizados o rotarizados (miembros del club de los
Illuminati, sionistas, o rotarios, respectivamente) que sirven bien a los
poderes hegemónicos, suelen ser individuos que proceden de familias “pelagatos”
(i.e., económicamente pobres).
Y si estos titulados o diplomados son
empleados de alguna empresa montada para hacer estudios ecológicos relacionados
con la “defensa del medio ambiente”, su trabajo consistirá en “investigar”
el supuesto impacto medioambiental de una puta obra faraónica chupóptera en un
lugar determinado, donde la Naturaleza será eventualmente überjodida, víctima
del cáncer antibiosférico llamado “desarrollo económico”.
Entonces, estos expertos colectarán y
amasarán enormes cantidades de datos para luego escribir los famosos EIAs,
trabajos que se prestan para ser científica, técnica y estadísticamente
amañados a propósito para así complacer los intereses de los mafiosos políticos
y los de sus amos oligárquicos.
En otras palabras, las observaciones o datos
que caen fuera de lo normal o, de acuerdo a Rocha et al. (2017), los que
driftean (inglés, to drift = ir a la deriva) del resto de la
muestra, según nuestro punto de vista, pueden ser camuflados, eliminados, etc.,
trastocando así los resultados del EIA.
También, descontando las excepciones,
generalmente la gente experta metida en negocios de elaborar EIAs, directa o
indirectamente suele pertenecer a la misma cepa o tanda de mafiosos políticos,
ya sea por medio de intereses económicos, amistad, linaje o conexiones
políticas. El dinero los tiene comprados.
¿Un ejemplo?
Lo que está ocurriendo en la
cuenca del Amazonas en Brasil con la construcción de varias represas en el río
Tapajós es un buen ejemplo. El denominado proyecto São Luiz do Tapajós.
Aquí, el EIA para el proyecto de São Luiz
do Tapajós implicó la participación de más de 300 personas, empleados por la
empresa CNEC WorleyParsons Engenharia SA. Este equipo de expertos entregó un
análisis que contenía 25 volúmenes y 15,000 páginas. Era un EIA que contenía
muchos defectos y mucha información omitida. Es decir, “el EIA no
cumplía sus objetivos: reportar sobre la viabilidad socio-medioambiental de tal
proyecto” (Greenpeace Brazil, 2016: 12). Estamos ante un EIA cosmético
(Fearnside, 2015) y “enviesado” (torcido) (Fearnside, 2016).
Obviamente, este EIA estaba
amañado. No estaba de acuerdo a la Supercuerda de la Vida. Parece que los
expertos estaban cuidando su pellejo y el pellejo de la empresa. Así de simple.
¿Más información sobre este
proyecto?
El proyecto São Luiz do
Tapajós ha sido críticamente evaluado por Nitta & Naka (2015). También, en
la website Amazonia Real, el investigador Philip M. Fearnsite presenta abundante
información crítica al respecto (pinchar aquí). Y el Grupo de Estudos Tapajós,
integrado por las empresas Eletrobrás, Eletronorte, GDF Suez, CEMIG, COPEL,
Neoenergia, EDF, ENDESA Brasil, Camargo Corrêa, entre otras, responsables por
los estudios de viabilidad ambiental de aprovechamientos hidroeléctricos de São
Luiz do Tapajós y de Jabotá, tiene sus estudios disponibles en línea (pinchar
aquí).
Ahora bien, desde el punto
de vista ecológico, semejante proyecto hidroenergético es un desastre. Para los
humanos que habitan en el lugar de los hechos, tal cosa es un diablo. Y de
acuerdo a Hamerton (1876: 71), “los diablos nunca vienen solos”.
En este contexto, la
corrupción se ha hecho presente. El mundo de la energía en Brasil está plagado
de corrupción. Por ejemplo, Eletronuclear, una subsidiaria de Eletrobrás (una
de las empresas del grupo de Tapajós), la empresa a cargo de la construcción de
la usina nuclear Angra3, situada en Angra dos Reis, 150 km al sur de Rio de
Janeiro, adoptó medidas para restringir la competencia por medio de sobornos en
el proceso de licitación (ABC Color, 2015). Este mal indica que el mal produce
astillas de mal.
Por el momento, este megaproyecto ha sido cancelado. Pero no dudamos que los poderosos inversionistas pelearán hasta lograr su cometido.
Por el momento, este megaproyecto ha sido cancelado. Pero no dudamos que los poderosos inversionistas pelearán hasta lograr su cometido.
En fin, si se trata de las “cagadas”
medioambientales que el Homo “sapiens” está causando en la región
Amazónica con sus principales proyectos hidroenergéticos, no hay otra cosa
mejor que leer que el trabajo de Fearnside (2014).
Ahora de Brasil nos vamos a
Canadá, para ver a vuelo de pájaro otro ejemplo
de la ineficacia de los EIAs para proteger al medio ambiente.
Vamos al grano.
Si hay poderosos intereses económicos de por
medio, no hay ningún EIA ni nadie que detenga la violación del medio ambiente.
La explotación de las arenas bituminosas de Alberta, en Canadá, es uno de los
mejores ejemplos al respecto.
Antes de joder el medio ambiente donde están
ahora extrayendo las arenas bituminosas en Alberta, un cáncer medioambiental
que se dice que ya tiene el tamaño de Inglaterra, tenlo por seguro que hicieron no uno,
sino varios EIAs. No lo dudes (ver aquí).
Sin embargo, nada los detuvo para “desarrollar” (léase
joder) esa parte de Canadá (ver Hatch & Price, 2008; Whinney, 2014;
Poveda & Lipsett, 2013; Paskey et al., 2013; Findlay, 2016). Jodieron y siguen jodiendo y contaminando el medio ambiente en
esa región del planeta (Video 2).
Video 2.
Canadá: La explotación de las arenas bituminosas contamina el medio ambiente. Uploaded by
HispanTV.
No necesitamos extendernos en un eterno bla... bla... bla... que
marearía al lector para explicar semejante desastre ecológico. Baste decir dos
cosas: el consumidor requiere combustibles fósiles para sujetar y calentar su
culo, ¿no? La maquinaria del hombre moderno funciona a base de petróleo, ¿no?
¡Menudo dilema!
Y lo peor de los casos es que tanto consumidor como productor
están ciegos. ¡Ecológicamente ciegos!
¡Lo mismo los tuertos!
Todos pecamos de lo mismo.
Entonces, no está nada mal hacer la siguiente una pregunta: ¿Sapiens
el Homo sapiens?
Sí y no. Y no.
Continuemos.
Ahora bien, aunque hay muchos que hablan
sobre lo que hablan cuando hablan de lo que hablan en reuniones donde hay
muchos de ellos que hablan sobre el estado de la Biosfera, en realidad son
pocos los expertos con sendos “cojones” (testículos) o “chinastes”
(ovarios) que de verdad arriesgan su pellejo para defender al medio ambiente
cuando hablan de lo que hablan al hablar de lo que deben hablar. Y mucho más
escasos son aquellos que hablan cuando hablan si se trata de delatar y sacar a
la luz del día la mierda de la mafia política.
Y los que manejan la ley, ¿qué hacen?
Si bien hay leyes para proteger el medio
ambiente, suelen ser leyes moldeadas para favorecer a los intereses de los
poderes oligárquicos, esa mafia que incluso controla al fin y al cabo a los
estamentos de “seguridad” (esclavos lavados del cerebro) y a los poderes
legislativos, ejecutivos, etc. Dicen que hasta los jueces mienten (Shapiro,
1994).
Cuando hay que hacer algo de verdad por el
medio ambiente, esta gente se queda quieta, callada cuando debería actuar o
actúa cuando no debería actuar. Y cuando actúa, casi siempre se gravita hacia
el peso del dinero. Podemos decir que generalmente están sólo para servir a la
oligarquía. Aquí en este mundo quien tiene más dinero, tiene más peso.
Mon Capitaine, parece que tienen
todo bien atado, ¿verdad?
Oui, mon ami. Casi todo. Y si hay
algún cabo suelto por allí, lo cortan o lo doblan hacia su nudo satánico de alguna
manera, pues hay que recordar que el dinero es un poderoso sinvergüenza “caballero”
y la gran mayoría de gente voluntariamente vende su puta alma al diablo por
dinero.
En definitiva, mon ami, salvo las
excepciones, el summum objetivo de todo este puto tinglado de la
economía global, ya sea legal o mafioso, übermafioso, submafioso o paramafioso
o aparentemente no mafioso, al son de la nueva canción “Sostenible”, es
chupar, ganar mucha “pasta” a costillas del medio ambiente y por
supuesto, del público.
El medio ambiente es lo de menos para la gran
mayoría de humanos, ya sean amos o esclavos, aunque pueden aparentar que lo
echan de menos cuando se jode algo que les rinde menos, en sus planes de
exprimir los recursos naturales que cada día son menos.
Por lo tanto podemos decir que, generalmente
hablando y apartando las excepciones, los famosos estudios de impacto
ambiental (los EIAs) son asuntos de mera formalidad, diseñados para engañar
al público y chupar la sangre del pueblo. Y si NO están de acuerdo con
la Supercuerda de la Vida son una PUTA MIERDA. Son crímenes contra la Biosfera.
En definitiva, si por tu vecindario merodea
alguien (un experto lameculos o listillo mafioso) haciendo un EIA, ponte en
alerta roja, no vaya a ser que pronto lleguen las putas máquinas niveladoras y
aplanadoras a joder tu casa, al son de la canción de lo denominado legalmente “para
el bien común” pero que bien podría ser ilegal, de acuerdo a la Ley Común.
Recuerda. Esos que lo hacen, lo hacen para
los que hacen lo que hacen sin que nadie les diga nada por lo que hacen.
También debes recordar que los políticos daemocráticos
en el poder están para servir los intereses de sus amos oligarcas que
mueven los hilos escondidos detrás de la cortina, todos gente antibiosférica y
que aparentemente no le tienen miedo a nadie, ni al mismo diablo, pues suelen
ser satanistas, pedófilos y caníbales, de acuerdo a algunos expertos en
ponerología. Sólo temen a dos cosas: Una, a la muerte, la parca que pondrá fin
a su puta vida. Y la otra, a los individuos despiertos, pues los putos
reptilianos en el poder consideran una amenaza para sus satánicas cuerdas a
cualquier humano despierto, cuyo corazón reboza de amor, valor moral y ético e
incomprable, por lo que los eliminan de alguna manera. Silenciosamente.
Y con esto hemos llegado al otro extremo del
puente.
Resumiendo. Nuestras vidas dependen de un
medio ambiente sano. Y todos tenemos el deber de cuidarlo.
Además, nunca debemos olvidar que todos
vivimos en un planeta de recursos finitos.
Por lo tanto si de humanos se trata,
quienquiera que maltrate vilmente al medio ambiente está al mismo tiempo
directamente dañándose a si mismo, también a los demás cerca o lejos y a las
futuras generaciones, ya sean humanas y no humanas, pues a ellas también
pertenece lo que hoy necesitamos y usamos para poder subsistir hoy.
Así, todo lo que quieres que sea, el cambio
que tanto deseas, puede ser sólo si tú dejas de ser lo que los que mandan y
mueven los hilos te han programado para lo que a ellos les conviene que seas y
que te han dicho lo que eres, aunque si sabes bien quien eres, no puedes ser lo
que ellos dicen que eres, lo cual les permite hacer contigo todo lo que ellos
quieren hacer con tu ser: un esclavo más a quien chupar la energía vital para
su gran egoísmo abismal.
Y sobre todo, recuerda lo siguiente. Algo muy
importante: Si maltratas al planeta, te maltratas a tí mismo.
Por lo tanto, ya es hora de despertar y hacer
algo positivo por el Medio Ambiente y por Sus Criaturas, cuyas cuerdas
integradas y entrelazadas dinámicamente a lo largo del tiempo han logrado
producir un gran Acuerdo: el maravilloso mundo natural. Su mundo. Aquí ellos
son todos en uno y uno en todos.
Solamente nosotros los humanos hemos venido a
joder su armonioso conjunto.
Obligadamente, corresponde a los humanos
revisar y corregir la danza de sus cuerdas y enrumbarla de acuerdo a tal
Acuerdo.
En este planeta, así como vamos, o nos
ponemos de acuerdo con Su Acuerdo o pronto seremos parte del mundo del
recuerdo.
Es uno de los más difíciles retos de la
humanidad.
Personalmente sabemos cuán difícil es danzar
de acuerdo a Su Acuerdo. Pero estamos en ello.
¿Estás tú?
Y así hemos llegado al final. Si nos habéis
acompañado hasta aquí, muchas gracias.
Epílogo
Fue un regalo de
un amigo. Un libro de ciencia ficción. Se trataba de una aventura de
la famosa serie Star Trek. No recordamos el nombre del autor, ni tampoco
el nombre de la aventura. Lo que si recordamos son unas sabias palabras que se
quedaron grabadas en nuestras mentes. Decían algo así, traducido del inglés al
castellano: “El hombre va por la vida haciendo una serie de actos a los que
llama importantes, cuando solamente son aquello que sirve para postponer lo que
pondría fin a sus actos”.
El autor obviamente se estaba refiriendo a la
muerte, la que pone fin a todas nuestras pretensiones.
Desde esta perspectiva, tal como hemos
montado esta “civilización moderna”, en términos ecológicos, cuando las
tripas de los expertos pagados por intereses hegemónicos cagan, cagan estudios
de impacto ambiental (los EIAs) que suelen servir únicamente de tapadera para
actos que hincarán más el colmillo humano en la Biosfera, jodiéndola más. Todo
al son de la persecución de lo que hemos convenido en llamar “desarrollo
económico”. Tal como estamos jodiendo a la Naturaleza, son algo que sólo
postpone nuestro final.
Ante esta situación, el cuidado de nuestras
cuerdas es importante. Cada vibración que sale de ellas cuenta. El pulso de tu
cuerda, pulsa sobre el pulso de las demás cuerdas.
También debemos entender que actualmente los
directores de la orquesta global humana que nos guían son un desmadre. Por regla
general, solamente piensan en engordar su puto bolsillo. Y nos dejamos joder. Pero si la marea económica en nuestras vidas sube al Monte Olimpo, nos gusta imitar sus putas muecas insostenibles (i.e., su tren de vida). Entonces pasamos de ser chupopterizados a chupopterizadores.
Este actual desorden, reflejo de nuestro desorden interno, es algo que debemos cambiar. Pero el
cambio comienza con nosotros mismos, con nuestra cuerda.
Por lo tanto, será mejor despertar.
Una vez allí, no permitas que políticos
canallas se cuelen en la sala de mando.
Y cuando de votar se trate, ¡no legalices con tu voto a políticos
sinvergüenzas!!
¡Vigila bien la cuerda de los políticos
fimícolas!! Cuando en sus trayectos arrojen un proyecto relacionado con el
medio ambiente: ¡Ojo con sus EIAs!
¡¡Y deschupopteriza al menos un poco tu
cuerda!!
Ahora cerramos la tienda.
Hasta pronto. ¡Buenas cuerdas!
Salve!!
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